Análisis genético del recién nacido que identifica cambios en el ADN que podrían causar síntomas graves o que alteran la vida de un bebé. Incluye 258 genes y evalúa más de 200 trastornos, cubriendo muchas condiciones más allá de los estándares legislados por el estado para la detección de recién nacidos. Esta prueba evalúa las afecciones de inicio temprano en las que la detección, la intervención y el tratamiento tempranos podrían evitar la aparición de secuelas y alteraciones en el desarrollo neurológico.
Evalúa trastornos metabólicos, sanguíneos, trastornos genéticos de pérdida de audición y visión, afecciones cardiovasculares, trastornos de inmunodeficiencia, genes asociados con los cánceres pediátricos que pueden desarrollarse en la primera infancia, causas genéticas de epilepsia y otros trastornos como fibrosis quística, enfermedad renal y trastornos musculares.